¿Te has preguntado alguna vez cómo puede influir el uso de las nuevas tecnologías en el desarrollo de nuestros menores?

Las nuevas tecnologías nos han abierto un amplio campo de oportunidades en distintos ámbitos de nuestras vidas, pero, si no sabemos gestionarlas, puede afectarnos seriamente. Más aún, cuando hablamos de menores. Pero...¿en qué influye? ¿qué puedo hacer al respecto? ¿cómo puedo gestionarlo? Desde PsiqAT, queremos ayudarte a comprender la magnitud de este uso excesivo, cómo afecta a nuestros menores, así como proporcionarte una serie de pautas que pueden ayudarte.

Seguro, que, en alguna ocasión como padre, madre o cuidador, te has planteado una y otra vez esta pregunta. Es cierto que, las nuevas tecnologías, nos acompañan en nuestro día a día y en nuestros hogares. Nos ayudan y entretienen, sin prácticamente esfuerzo. Además, los niños en el siglo XXI son nativos de las nuevas tecnologías y aprenden de forma rápida cómo desenvolverse ante ellas.

Así mismo, la situación extraordinaria de la pandemia ha cambiado e impulsado los hábitos digitales de nuestros menores. Las clases a distancia y actividades educativas en línea, han incrementado el uso de ordenadores y dispositivos móviles.

Según los datos del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad, el 98% de los niños y niñas de entre 10 y 15 años, utilizan internet de manera habitual. Estos datos han aumentado desde el 2016, en 5 puntos porcentuales en la actualidad (ONTSI publica un dossier sobre el uso de las TIC por parte de los menores españoles, 2019)

Con todo este bombardeo tecnológico, en muchas ocasiones, nos encontramos como padres, madres y cuidadores, comprometidos a flexibilizar nuestras normas con respecto a la tenencia de un dispositivo electrónico, dado que las exigencias educativas así lo promueven y, por otro lado, para que nuestros hijos e hijas se encuentren en sintonía con sus iguales.

La cuestión, es que, en ocasiones, las nuevas tecnologías acaban teniendo el protagonismo de regulación emocional y conductual de nuestros hijos, con frases tipo: “si te portas bien, coges la Tablet” o “como sigas llorando, no juegas con el móvil”. Seguro que estas frases te suenan ¿verdad? Por ello, llegados a este punto, es importante recordarnos, que somos nosotros (como padres, madres y cuidadores) los principales agentes de acompañamiento y regulación emocional de nuestros hijos e hijas, ya que ellos por sí solos, no pueden adquirir estas habilidades.

Aunque sabemos que a veces, ser padre, madre o cuidador, no es tarea sencilla y que nuestra paciencia no es infinita, sumado al cansancio que presentamos algunas veces tras el nerviosismo constante que presentan nuestros hijos, lo que nos lleva a darles comida, juguetes, la Tablet, el móvil y todo lo que esté nuestras manos.

Sin embargo, el problema aparece cuando éstas se convierten en la única alternativa para el niño. El uso de las nuevas tecnologías puede ser positivo, pero el abuso en ningún caso será positivo. Al contrario, el abuso tiene importantes consecuencias negativas:

Cuando usamos las nuevas tecnologías para entretener al niño, con el fin de que se regule a través de los videojuegos, usarlo mientras come, mientras permanece en una sala de espera o bien, en una reunión familiar, su cerebro aprende y adquiere el hábito de entretenerse, sin tener que esforzarse, por lo que tareas más complejas que requieran un esfuerzo, el niño tenderá a rechazarlo.

Además, cuando los niños pequeños abusan de los dispositivos electrónicos suelen tener dificultades para concentrarse, les cuesta mantener la atención en determinadas tareas, pueden ser poco creativos, no saben aburrirse, etc.

Por otro lado, un uso inadecuado de los medios electrónicos, favorece el aislamiento del menor, ya que ese ocio lo realiza con mayor frecuencia en casa y comienza a construir un concepto de las relaciones, a través del mundo virtual y, por tanto, la oportunidad de nutrirse y construirse a través de la interacción física con sus iguales, con adultos y su entorno, se reduce a lo imprescindible. Lo que afecta a su vez, en el juego simbólico, que es el espacio en el que nuestros hijos e hijas imaginan ser y jugar a “mamá o papá”, entre otros.

Por otro lado, inconscientemente en la mayoría de ocasiones, mandamos el mensaje subliminal a nuestros hijos e hijas que, si se portan mal, conseguirán que se les deje la Tablet para dejarnos tranquilos. Y así, con otro tipo de conductas desadaptativas, en las que la regulación, no está presente de manera intrínseca.

 

Todas estas conductas de abuso, pueden afectar al aprendizaje, la impulsividad, además de generar una gran adicción.

Por ello, desde PsiqAT queremos plantearte algunos TIPS para realizar un buen uso de las nuevas tecnologías:

·         El tiempo: Es importante restringir el tiempo que se dedica a las nuevas tecnologías y cuándo permitimos su uso:

-Nunca lo haremos a la hora de la comida.

-Tampoco para entretenerse cuando tengan que hacer un esfuerzo.

-Dependiendo de la edad, limitaremos las horas al día o a la semana.

·         Utilizar las nuevas tecnologías para el medio educativo.

·         Ofreceremos alternativas de juego, no sólo con dispositivos, ya que es importante que socialicen.

 

·         Enseñarles a ser críticos y a analizar la información que recibe.

Como bien decíamos anteriormente, no es tarea sencilla, por ello, recuerda que desde PsiqAT ¡podemos ayudarte!

Referencia bibliográfica

 

ONTSI publica un dossier sobre el uso
de las TIC por parte de los menores españoles
. (2019, 14 febrero).
https://www.ccn-cert.cni.es/seguridad-al-dia/noticias-seguridad/7659-ontsi-publica-un-dossier-sobre-el-uso-de-las-tic-por-parte-de-los-menores-espanoles.html

¿Has oído hablar alguna vez sobre la corresponsabilidad familiar?

En la actualidad, cada vez escuchamos hablar más hablar de corresponsabilidad familiar. Este término no es nuevo, sino que se ha vuelto a poner de manifiesto tras la pandemia y las consecuencias que ha generado, pero… ¿sabes exactamente en qué consiste? ¿sabes que factores influyen? ¿y los beneficios que aporta? A través de este artículo haremos un recorrido sobre los aspectos relevantes para llegar a este concepto. Por ello, si quieres profundizar en este aspecto, te animamos a continuar leyendo.

El término corresponsabilidad familiar surge de un concepto de equidad entre roles y reparto de tareas domésticas y dentro de la sensibilidad social, hace referencia a la igualdad entre hombres y mujeres, así como a una conciliación entre el ámbito laboral y social.

Cuando hablamos de sexo, hablamos de características biológicas y anatómicas y hablamos de género cuando hacemos referencia a aquellas diferencias que construimos a partir de las biológicas, como pueden ser las aptitudes, modos de comportarse.

¿Y qué pasa con los estereotipos? Cuando hablamos de estereotipos, hacemos alusión a los roles y papeles que se ha atribuido tanto a hombres y mujeres. Quizás en algún momento de tu vida has escuchado “los hombres no lloran” o “ir una chica sola con un grupo de hombres no está bien”. Pero… ¿qué papel le hemos dado a la mujer en todo esto? A lo largo de la historia, los estereotipos nos han impuesto ideas y conceptos en los que a la mujer se le sitúa como una persona dependiente, sensible, cuidadora del hogar y de las personas dependientes que viven en su domicilio…es decir, personas pasivas, principalmente. Estos roles y estereotipos, los hemos ido integrando a través de los agentes socializadores, como son: la familia, la escuela, el trabajo, el grupo de amigos y amigas.

Desde que somos pequeños, la sociedad nos dice que, si eres niña, tienes que ser compasiva y pasiva, y, si eres niño, tienes que ser competitivo. Y en el aspecto de distribución de tareas, las mismas se han ido dividiendo a lo largo de la historia, dependiendo de si eres hombre o mujer. A las mujeres, se le atribuían funciones relacionadas con el cuidado de personas en el ámbito doméstico y el hombre, salía a trabajar y sustentaba a la familia. Pero esto cambia cuando la mujer se incorpora al ámbito laboral.

Antes de hablar de corresponsabilidad, es importante matizar que, cuando nos referimos a las distintas facetas de la vida de una persona, nos referimos al ámbito personal, familiar y laboral.

Por ello, cuando hablamos de corresponsabilidad, hablamos de la distribución equitativa de tareas entre hombres y mujeres, así como de las personas dependientes bajo el cuidado de ambos.

¿Qué posibilidades tenemos para conciliar la vida personal, familiar y laboral?

El ideal es que tengamos un equilibrio entre los siguientes aspectos:

  • Situación personal y familiar: Cómo es nuestra familia, si hay reparto equitativo de tareas, cuántas de las personas del núcleo familiar trabajan, si existen hijos o personas dependientes, entre otros.
  • Las medidas de conciliación que tiene nuestra empresa: Si existe flexibilidad, sensibilidad y políticas de igualdad.
  • A través de los planes y la legislación, así como recursos establecidos para ello.

 

¿Y qué beneficios nos reporta?

Si eres mujer…

-No tienes que elegir entre trabajar o el cuidado de un familiar o hijo

-Tendrás más tiempo para ti

-En el trabajo, mayor disponibilidad para dedicarle tiempo o incluso promocionar

-Reducción del estrés.

Si eres hombre…

-Acceso a reducción de jornada o la hora de lactancia

-Gastos compartidos de la vivienda y posibilidad de poder cambiar de trabajo al trabajar los dos

-Oportunidad de estar con tu familia al disfrutar del permiso de paternidad

-Vincularte afectivamente con las personas que cuidas

La corresponsabilidad como hemos visto, depende de otros factores externos a la dinámica familiar, por lo tanto, no es tarea sencilla, ya que entran en juego otros aspectos como el ámbito laboral, que no dependen de nosotros. Asimismo, si necesitas apoyo en la organización, planificación y reparto de tareas en el domicilio familiar para mejorar la convivencia, desde PsiqAT, a través de la práctica del Acompañamiento Terapéutico podemos ayudarte. ¡No dudes en consultarnos!