¿Alguna vez has dejado para mañana lo que podías hacer hoy? O ¿te has sentido culpable por posponer para otro momento actividades o compromisos que no te apetecía hacer en ese instante? Si la respuesta es que sí, entonces es probable que estés procrastinando. Desde PsiqAT, ¡queremos contarte más acerca de este fenómeno!
El término Procrastinar significa posponer o aplazar tareas, deberes y responsabilidades por otras actividades que nos resultan más gratificantes, pero que tienen un menor nivel de relevancia o importancia.
La tendencia a procrastinar o dejar para mañana lo que se puede hacer hoy es más común de lo que cualquiera pueda llegar a imaginar. Todos en algún momento hemos decidido posponer una tarea o reorganizar la agenda para dedicar otro momento a realizar la actividad en cuestión. Procrastinamos por diversos motivos, algunos de ellos son:
-Estrés
-Ansiedad
-Perfeccionismo
-Miedo al fracaso
-Impaciencia
-Sentirnos saturados de responsabilidades
-El valor o importancia que le damos a la tarea
-Las expectativas
-El nivel de motivación
-La impulsividad
-La responsabilidad con la tarea (un compromiso con alguien, hay que entregarlo con un límite de fecha, etc.)
Pero, ¡ojo! Se puede llegar a procrastinar sin que eso tenga que ser necesariamente una pérdida de tiempo. Algunas veces se aplaza una tarea para emplear el tiempo en algo “no productivo” (dormir, jugar a la consola, revisar las redes sociales, quedar con alguien…). Sin embargo, podemos dejar para otro momento una tarea que no sea de nuestro agrado y, para justificar que no lo abordamos, ponernos de manera muy eficiente a resolver otras cosas. Por lo tanto, procrastinar no siempre tiene que suponer una pérdida de tiempo. Lo que ocurre es, que lo que hemos dicho que queríamos hacer, no es lo que estamos resolviendo.
Finalmente dejar de procrastinar se consigue haciendo la tarea pendiente, pero también decidiendo no hacerla. La prioridad para empezar a trabajar en el aplazamiento de tareas es dejar de posponer sin decidirlo. Si no se para la inercia o bucle el resultado será la culpa, las somatizaciones, la angustia, la ansiedad, la sensación de ineficacia y, por supuesto, una peor autoestima, entre otras consecuencias.
Desde PsiqAT nos gustaría contar algunos tips para gestionar la procrastinación:
- Ponte prioridades con respecto a las actividades que tienes pendiente de realizar. Haz un listado con todas las tareas que tienes pendientes con orden de importancia y urgencia a ser resueltas.
- Planifica tu tiempo y organizalas horas que dedicarás a cada tarea por resolver. Es importante que delimites bien el tiempo que vas a emplear en las tareas que menos quieras o te apetezcan hacer y que no excedas el tiempo planificado para ellas.
- ¡Lo más complicado es empezar! Intenta iniciar la actividad, siempre suele ser lo que más cuesta. Una vez estés dentro de ella, comienza a ir todo rodado y la motivación aparece para impulsarte a realizarla.
- Ten espacios y momentos para descansar.
- Divide la tarea en partes más pequeñas, eso ayuda a disminuir el nivel de agobio.
- Comprométete contigo mismo a cumplir algunos plazos. El refuerzo positivo siempre ayuda mucho a mantener una conducta, por lo que, siempre que se cumplan esos plazos y objetivos, es momento de premiarte de alguna forma por el trabajo bien hecho.
- Evita las distracciones, pueden desviar tu atención y que pierdas la concentración.
Si sientes que por mucho que lo intentas no consigues dejar de procrastinar, o ser capaz de planificarte bien, y te sientes mal o culpable por ello, desde PsiqAT,¡podemos ayudarte! A través del Acompañamiento Terapéutico estaremos encantadas de guiarte y acompañarte en tu proceso.