Según el método Montessori
En ocasiones, la llegada de un nuevo miembro a la familia puede ser objeto de celos o envidias por parte del hermano/a.
La mayoría de las veces los celos, ese sentimiento “raro” que nota el niño y que no sabe explicar bien, surgen ante la llegada de un nuevo bebé. Suelen producirse cuando el bebé empieza a hacer cosas como caminar, sonreír, decir su primera palabra… Y se lleva todas las miradas de atención.
Podemos entender los celos como una respuesta afectiva caracterizada por un sentimiento de envidia y resentimiento hacia la persona que se considera que debe estar prestando atención y no se encuentra haciéndolo.
Sea de la forma que sea, los celos se producen o se sienten porque hay un cambio significativo y un hermano se ve desplazado del que hasta la fecha había sido su ‘lugar especial’. Los padres tenemos en nuestra mano la posibilidad de hacer que esos celos no sean tan intensos mostrando amor, comprensión, respeto y dando siempre pie al diálogo.
Ten claro que los celos son una emoción natural más, al igual que la tristeza o la alegría, y que para aprender a gestionarlos bien hay que entenderlos y saber expresarlos.
Entonces, ¿Cómo tratar los celos de los hermanos según el método Montessori?
- Involucrar desde el principio al hermano mayor
Se ha de contar con el hermano desde el principio, contándole que mamá está embarazada y que dentro de unos meses serán uno más en la familia. De esta forma el niño lo verá como natural.
- Ser realistas y no crear falsas expectativas
Se ha de ser realista, usando un lenguaje acorde a la edad del niño, ni contarlo como que va a ser todo maravilloso, ni representarlo como algo negativo.
- Reafirmar el papel de cada hermano
Es necesario reafirmar la independencia de cada hermano, permitiendo que tengan su propio espacio y dejando que pongan en práctica por si solos las nuevas capacidades que van adquiriendo en su día a día.
- No hacer comparaciones
Sea cual sea su edad se deben evitar a toda costa las comparaciones entre ellos. Ni comparaciones positivas (pues no lo serán tanto para el otro hermano) y ni negativas, esto solo afecta a su autoestima y por lo tanto a los celos.
- Contar con los hermanos para todo lo que se pueda
Para cambiar la ropita del bebé cuando se le haya manchado, para preparar el baño, para ir juntos a la escuela, para ayudarle a hacer los deberes en casa… Da igual la edad en la que se encuentren los hermanos, siempre se puede contar con uno para ayudar al otro y la inversa. ¡No hay nada mejor para afianzar la relación entre ellos!
- Y si un hermano no hace más que llamar la atención…
Quizás no hagan más que intentar llamar la atención, si esto es lo que ocurre, lo mejor es dársela.
Hablar con ellos, buscar momentos para estar todos juntos y para compartir cosas por separado y sobre todo mucho diálogo para que entiendan que no hace falta que hagan nada en concreto para llamar la atención pues la atención y todo el cariño del mundo de sus padres ya lo tienen.