¿Tu vida depende de la suerte?

¿Te has preguntado alguna vez por qué jugamos a la lotería y a otros juegos de azar? ¿Por qué estos juegos son adictivos? ¿Quieres saber qué mecanismos psicológicos influyen cuando jugamos? Si quieres conocer en profundidad más información sobre este tema, desde PsiqAT, queremos animarte a continuar leyendo.

El juego, ha servido desde la infancia para aprender a divertirse, ejercitar las capacidades y superarse a uno mismo. Cuando se convierte en deporte, además, es una manera saludable de competir siguiendo unas reglas. Todo ello reporta un bienestar físico y psicológico a la persona. Pero, el reto principal está en desafiar a la suerte.

En la lotería de Navidad y al igual que pasa con otros juegos de azar, sabemos que existen probabilidades muy bajas de que nos toque algún premio, pero, aun así, decidimos continuar jugando ¿por qué? Los juegos de azar se han convertido y cada vez más en los últimos años, en una actividad popular que atrae a todo tipo de población. Todo ello sumado al aumento de las casas de apuestas y la normalización social de estas actividades.

Cuando hablamos de los juegos de azar, existe un conjunto de mecanismos psicológicos que influyen directamente en que queremos seguir jugando:

Refuerzo positivo variable: Ofrece recompensa aleatoria, lo que produce más placer que una recompensa que sabemos que no nos va a llegar, por ese halo de incertidumbre.

Mecanismo de gratificación: Tendemos a pensar que la totalidad del premio no es tan probable que nos toque, pero sí creemos que existe una mayor probabilidad de que nos toque un premio menor o un reintegro.

Falacia del apostador: Está relacionado con la superstición y sobre las creencias que tienen las personas sobre el azar, por ejemplo, las probabilidades de que salga un número, nuestro número de la suerte, comprar el boleto de lotería en un puesto concreto…

Falacia de control: Cuando jugamos a juegos de azar como la lotería tendemos a pensar: “¡vaya, no me ha tocado el premio por un número!”. Nos focalizamos en esto, pero no tendemos a caer en la cuenta de que nos encontramos en el porcentaje mayor de la población que no han ganado premio

Aprobación social: La lotería es un juego aprobado socialmente, por ello, tendemos a comprarla.

Cuando estas conductas de juego afectan a la vida personal, laboral y social del jugador, hablamos, por tanto de juego patológico.

Si quieres saber más sobre la conducta de juego, problemas asociados y cómo tratarlo, no dudes en contactar con nosotras.